Ayutthaya y Bangkok
el dominio del agua en la planificación urbana
Considerada una de las mayores metrópolis del sudeste asiático, con más de 10 millones de habitantes y una extensión comparable a la de Nueva York, Bangkok, la actual capital de Tailandia se destaca por ser una ciudad relativamente joven.
Fue fundada en 1782, hace poco menos de 250 años, tras la destrucción de la anterior capital, Ayutthaya, a manos de los birmanos. Tanto su planificación original como el estilo arquitectónico de los sectores más antiguos siguen el modelo de su predecesora. Por ello, para comprender mejor el origen de la ciudad, conviene remontarse unos 400 años en la historia y navegar río arriba para descubrir qué había antes.
A N T E C E D E N T E S G E O G R Á F I C O S
Esquema Introductorio a los Reinos Thai
El territorio que hoy conocemos como Tailandia no siempre fue una región unificada ni tuvo el actual nombre. A lo largo de la historia, diversos pueblos y reinos coexistieron durante largos períodos en la misma región, fusionándose y conquistándose entre sí, hasta consolidarse bajo las fronteras que reconocemos actualmente.
El punto en común de todos ellos fue el río Chao Phraya, en el golfo de Tailandia, el gran eje fluvial alrededor del cual se fueron desarrollando y sucediendo, desde el siglo VI, la colección de reinos que protagonizan el relato histórico tailandés.
Reino de Dvaravati: entre el siglo VI y X, en la parte baja del Chao Phraya, organizado a través de ciudades-estado.
Reino de Lopburi: entre el siglo VII-IX, con base en Lopburi, en la zona central del Chao Phraya.
Reino de Sukhothai: entre 1238 y 1438, en la región del norte, por debajo de Lanna.
Reino de Lan Na: entre 1292 y el 1775, en el norte, limitando con Burma y Laos, con capital en Chiang Mai.
Reino de Ayutthaya: entre el 1351 y el 1767, en la región inferior, junto al Chao Phraya.
Reino de Rattanakosin: a partir del 1782, con base en la desembocadura del Chao Phraya, la actual Bangkok.
En el siglo XIV, durante el periodo de Ayutthaya, empezó a utilizarse el nombre de Siam para referirse a los reinos que abarcaban la región central: Sukhothai, Ayutthaya, Lanna (tras su anexión) y, posteriormente, Rattanakosin. El término, que proviene del tailandés “sayam” (oscuro), era utilizado por los locales para diferenciar a la gente de piel oscura de los colonizadores europeos.
A finales del siglo XVIII, el reino de Siam absorbió el de Lan Na y, a principios del siglo XX, toda la región adoptó el nombre de Tailandia, completando así el escenario actual.
P R I M E R A S C I U D A D E S
de Sukhothai a Ayutthaya
El Reino de Sukhothai, fundado en 1238, se destacó especialmente por su floreciente actividad cultural y artística. Fue el primer reino tailandés en adoptar el Budismo Theravada como religión oficial, una rama considerada la más antigua del budismo, basada en las enseñanzas originales de Buda y la meditación como vía para alcanzar la iluminación. Actualmente, es la religión predominante en Tailandia, con un 95% de la población practicante.
En 1350, durante el reinado de Sukhothai, se fundó la ciudad de Ayutthaya a orillas del Río Chao Phraya, en el centro de Tailandia. Cuando la primera empezó su declive, Ayutthaya aprovechó para atacar, tomó el relevo y se convirtió en la nueva capital de Siam, absorbiendo el reino anterior en 1438, fecha de la caída definitiva de la ciudad.
Ayutthaya se ubicó en un punto geográfico estratégico, río arriba, en una isla rodeada por tres cursos fluviales que la conectaban con el mar y la protegían de los navegantes árabes y europeos que frecuentaban las aguas (en el mapa, indicado como “Ville de Siam”). Esta posición, en el cruce de una importante ruta comercial, conectaba la ciudad con el Mar de Andamán y el Mar de China Meridional. Como medida adicional de protección, todos los barcos que se dirigían a Ayutthaya, debían pasar antes por una pequeña ciudad costera ubicada justo en la entrada del Río (en la zona de la actual Bangkok), pagar aranceles y obtener permiso para seguir río arriba.
Esta ubicación estratégica convirtió a Ayutthaya en un punto neurálgico del comercio regional y global, actuando como un puente entre Oriente y Occidente.
É P O C A D O R A D A
La arquitectura de Ayutthaya
La arquitectura principal que se desarrolló durante el Reino de Ayutthaya, y por la que se conoce la ciudad, son los templos budistas o wat. En su época de mayor esplendor, la ciudad llegó a tener más de 400 recintos religiosos, algunos de los cuales actualmente integrados en el Parque Histórico de Ayutthaya, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991. La evolución formal de estos permite distinguir tres períodos artísticos:
Primera etapa (1350-1488): en estos, el elemento más importante era la torre central con forma de aguja alta, el “prang". Destacan los templos de Wat Mahathat o Wat Ratchaburana.
Segunda etapa (1488-1629): caracterizada por las estupas en forma de campana, conocidas como “chedi”. Entre los ejemplos destacados se encuentra Wat Phra Si Sanphet.
Tercera etapa (1629-1767): representan la evolución del anterior “chedi” hacia una base cuadrada con esquinas achaflanadas. En esta fase, además, empezaron a construirse antesalas cada vez más grandes. Un buen ejemplo es el de Wat Chaiwatthanaram.
Estas etapas no solo reflejan el cambio en la arquitectura, sino también la creciente influencia cultural y comercial de Ayutthaya en la región. Cada templo construido en estos períodos no solo servía como un lugar de devoción y práctica religiosa, sino también como un símbolo del poder y la riqueza del reino.
C O S M O P O L I T I S M O Y D E C L I V E
el fin de ayutthaya
En el siglo XVII, Ayutthaya ya se había consolidado como una destacada ciudad cosmopolita. Los portugueses fueron los primeros en llegar en 1511, seguidos por los holandeses y los franceses, además de comerciantes provenientes de China, Japón, India y Oriente Medio. Todos ellos se establecieron a orillas del río, dejando la isla para los gobernantes y las estructuras oficiales, lo que hizo de la ciudad un crisol de influencias culturales.
No obstante, tanta influencia extranjera no siempre fue bienvenida. Un siglo más tarde, con el fin de frenar el impacto de las religiones occidentales y acabar con las tensiones comerciales, se cerraron las fronteras a los europeos y se limitó el comercio a la zona de Asia, especialmente con China.
Parte de esta decisión fue motivada por los constantes conflictos con las potencias europeas, que atacaron y saquearon la ciudad en varias ocasiones. Tras el saqueo y la destrucción de los holandeses en 1666 y la revolución del 1688 contra los franceses se decidió cerrar las fronteras a los europeos.
De todos modos, esto no salvó la ciudad de un peligro mayor. En 1767, tras siglos de constantes enfrentamientos con Birmania, los birmanos atacaron y quemaron Ayutthaya, obligando a sus habitantes a abandonar la ciudad.
Ante la magnitud de la destrucción, los siameses optaron por no reconstruir Ayutthaya y, en su lugar, trasladar la capital a Thonburi, más al sur, en la orilla oeste del río Chao Phraya, frente a la actual Bangkok. Esta nueva ubicación ofrecía ventajas estratégicas y defensivas que serían cruciales para la estabilidad y prosperidad del futuro reino.
Con este traslado, Ayutthaya cerraba un período de 417 años en el que había sobresalido como un importante y próspero centro político, económico y cultural.
L A P L A N I F I C A C I Ó N U R B A N A
El mandala en el trazado de Ayutthaya
Acorde con la tradición hindú, Ayutthaya se trazó siguiendo el principio del mandala, un sistema de disposición geométrica y simbólica de los distintos espacios con el que se buscaba diseñar ciudades que reflejaran un orden universal y una armonía cósmica.
Siguiendo este principio, y con el fin de lograr una ciudad ordenada, harmónica y jerárquica, los edificios principales, como los templos y palacios, se ubicaban en el corazón de la ciudad, simbolizando el centro del universo. A partir de este núcleo central, la ciudad se expandía en anillos concéntricos, con barrios residenciales, mercados y otras estructuras organizadas de manera simétrica y armoniosa.
Este enfoque no solo aseguraba una disposición estética y funcional de la ciudad, sino que también la dotaba de un profundo sentido de espiritualidad y conexión con el cosmos. Además, el objetivo de este diseño era fomentar una sensación de orden, equilibrio y bienestar en el entorno urbano. De este modo, no solo se buscaba un espacio urbano que fuera habitable y eficiente, sino que también resonara con los principios espirituales y culturales de la época.
El centro de la ciudad, ubicado en la isla central, se reservaba para los órganos de poder político y religioso: los edificios del gobierno (palacios) y los numerosos templos budistas, símbolos de la riqueza y la sofisticación arquitectónica de Ayutthaya. Esta pequeña isla estaba completamente rodeada por un canal defensivo que no solo protegía la ciudad, sino que también proporcionaba un medio de transporte y comercio esencial.
Desde este canal perimetral, se extendían otros canales que articulaban las diferentes partes de la ciudad, creando una red fluvial compleja y eficiente. Estos canales secundarios facilitaban la circulación de bienes y personas, conectando las áreas residenciales, comerciales y administrativas.
Las áreas circundantes a este núcleo central se organizaban formando una cuadrícula precisa, con calles y canales dispuestos de manera meticulosa alrededor de las estructuras principales. Este diseño facilitaba una administración eficiente y reflejaba la influencia de los conceptos hindúes y budistas en la planificación urbana.
La caída de Ayutthaya y el nacimiento de Bangkok
Durante el Reino de Ayutthaya, en la zona que actualmente ocupa el distrito de Thonburi, en Bangkok, existía un pueblo de pescadores y comerciantes situado a orillas del río Chao Phraya. Gracias al intenso comercio marítimo de Ayutthaya, esta pequeña comunidad fue ganando relevancia, pues era el primer puerto de recepción de extranjeros y mercancías. Todo aquel que se dirigía a la capital debía pasar por allí, pagar los aranceles correspondientes y dejar que sus bienes fueran supervisados. Su importancia fue tal que en el siglo XVII se construyó un fuerte de estilo occidental para proteger el área de posibles amenazas y asegurar el control de las mercancías.
En 1767, tras la destrucción de Ayutthaya por parte de los birmanos, Thonburi ganó aún más relevancia al ser designada como la nueva capital del reino. Bajo el liderazgo del rey Taksin, se consolidó como un centro político y comercial crucial, preparando el terreno para el surgimiento de la futura capital, Bangkok.
El breve reinado de Taksin tuvo por objetivo la reunificación de Siam después de la caída de Ayutthaya, lo que se tradujo en varias campañas militares y trabajos de refuerzo de las estructuras defensivas de la ciudad (canales y murallas).
Con el traslado de la capital, existía una clara intención de preservar el legado de Ayutthaya, replicando tanto su arquitectura como su tipología. De echo, muchos de los artesanos y constructores que habían trabajado en Ayutthaya fueron llevados a Thonburi para continuar su labor en la nueva capital. Este esfuerzo por emular el concepto idealizado de la que había sido la capital del reino se refleja en el nombre completo de Bangkok:
"Krung Thep Maha Nakhon Amon Rattanakosin Mahinthara Ayutthaya Mahadilok Phop Noppharat Ratchathani Burirom Udomratchaniwet Mahasathan Amon Piman Awatan Sathit Sakkathattiya Witsanukam Prasit.”
"La ciudad de los ángeles, la gran ciudad, la residencia eterna del Buda Esmeralda, la ciudad impenetrable del dios Indra, la gran capital del mundo dotada de nueve gemas preciosas, la ciudad feliz, que abunda en un colosal Palacio Real que se asemeja a la morada divina donde reinan los dioses reencarnados, una ciudad donada por Indra y construida por Vishnukarn.”
Es curioso apuntar aquí que el nombre de "Ayutthaya" proviene de la palabra sánscrita "Ayodhya", que se traduce como "invencible" o "inconquistable". Ayodhya es también una ciudad en la India, que tiene una gran importancia en la épica hindú Ramayana, ya que es el lugar de nacimiento del dios Rama. Este, casualmente, es el título que han utilizado todos los reyes tailandeses de la dinastía Chakri, la actual.
El primero de ellos, Rama I (o Phra Bat Somdet Phra Phutthayotfa Chulalok Maharat), fue precisamente el que, tras derrocar a Taksin de Thonburi en un golpe de estado, estableció Bangkok como capital del reino de Siam en 1782 e inició el Reino de Rattanakosin, que terminó en 1932 con la Revolución Constitucionalista de Tailandia.
El reino de Rattanakosin: la semilla de Bangkok
El reinado de Rama I (1782-1802) tuvo como objetivo consolidar la capital, que, por aquel entonces, estaba formada por dos ciudades conectadas por diversos puentes: Krung Thep (orilla este) y Thon Buri (Oeste). Para ello, Rama I trasladó el centro de gobierno al otro lado del Río Chao Phraya, lo que supuso reubicar a los comerciantes chinos que residían en la zona desplazándolos más al sur, en lo que hoy se conoce como el barrio de Sampheng o Chinatown. Además, construyó una nueva fortificación y creó nuevos canales, delimitando la ciudad en un área conocida como la Isla de Rattanakosin.
La nueva ciudad se diseñó siguiendo el modelo de la antigua capital de Ayutthaya y se planificó de acuerdo con el mismo principio del mandala. El centro del poder, con los edificios administrativos, se encontraba en la zona terrestre, con estructuras como el Gran Palacio, el Palacio Frontal y los templos reales (imagen superior), mientras que la actividad comercial se distribuía a través de los cursos de agua.
El conjunto urbano de la ciudad inicialmente consistía en la ciudadela real, las zonas de comercio flotante y un mosaico de pueblos situados a lo largo de los canales y el río.
Al igual que en la antigua capital, la mayor parte de la población vivía en casas flotantes junto al río o los canales, que eran el principal método de transporte y las comunidades agrícolas dependían de ellos para la irrigación.
Esta primera etapa de la ciudad se caracteriza por la predominancia del agua como principal medio de transporte y articulación urbana. La irrupción de la influencia occidental iría arrinconando esta estructura hídrica, trasladando la actividad urbana al espacio terrestre con la construcción de calles, carreteras y vías de tren.
Con la construcción de la primera carretera, en 1862, se empezaría a transformar drásticamente el modelo urbano, que progresivamente iría dejando de lado las vías acuáticas a favor de las zonas terrestres.
Fotografías históricas de Teakdoor.
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